La historia comenzó en el astillero de Pascual Bigiolli, del arroyo Caracoles en 1947. Fue construída allí, encargada por Nestares & Santana, casco de madera con formato de chata, cabina en proa y carroza desde atrás de ésta hasta la popa. Se la bautizó como Raquel N (Netto) . La eslora rondaba los 14 metros, fue equipada inicialmente con un motor GM de 2 cilindros y luego con el tiempo por un Lister de 4 cilindros; sus dueños la navegaron en un reparto de almacén y afines por las islas del Delta.
El marinero de la lancha fue Bellomi, que después de muchos años se asoció con La Rocca, la compraron y juntos navegaron muchísimos años.La remotorizaron con un Lister de 6 cilindros.Con los años Bellomi dejó la actividad y La Rocca se quedó con la lancha y el reparto. En los años 80 se construyó una chata gemela (unos 30 cm más corta) en el astillero Ferrara que se bautizó «Ondimar»En un tiempo subían por el Río Luján, Canal Arias, Paraná hasta el Pay Carabí, pero no tuvo éxito y volvieron a hacer el recorrido habitual por el Sarmiento, Capitán, Paraná y desde allí entraban por el Pay Carabí y continuaban como siempre el reparto.
Finalmente el hijo de La Rocca, Walter se quedó algunos años con la chata y el reparto y en el 2007 se la vendió a su primo, Roberto Baraldo,sin motor.Roberto la navegó también desde entonces en el reparto de almacén original, al que le agregó algunos arroyos más que antes el recorría con su padre en otra chata de la familia, la Carmencita, o sea juntó dos repartos. La remotorizó con un FIAT 673 CP3, marinizado y caja hidráulica.
En el año 2013 la sacó en seco en el astillero Ferrara donde se restauró el casco, reconstruyendo parte de la carroza que se hizo prácticamente a nuevo. La reemplazaron con el barco «Don Cova» durante su estadía en el astillero. Se le colocó un potente motor John Deere de 180 HP con refrigeración con circuito cerrado. Volvió al agua a mediados del 2016 totalmente renovada. Impecable, creo que en el mejor momento/estado de su historia. Continuó navegando como lancha almacenera por los recorridos de siempre. En agosto del 2019 se sacó en seco por algunos días para hacer un repaso de pintura y reparar hélice para poder continuar navegando siempre en el mejor estado. Gracias a Pepe Carrara, Roberto Baraldo y Walter La Rocca por los datos y fotos aportados.