Encargada en 1947 al astillero Parodi por el Sr Castañaga, quién no puede terminarla y en medio de la construcción se la vende al Sr Rubino, quien finalmente la bota el 29-12-47 con el nombre de JILGUERO II. El casco, totalmente de madera sale barnizado del astillero, con una eslora de 17,71 mts, manga de 3,56 y un puntal de 1,25 mts, equipada inicialmente con dos motores GM GRAY de 6 cilindros en línea, del modelo 6-71 y 225 hp.
Navega prácticamente nada y el Sr Rubino se asocia con los Sres Stillo , Busatto y Mendrich quienes tiempo atrás habían fundado la empresa «TRANSISLEÑA S.A.«. Pasa a navegar entonces para esa empresa por lo cual, el casco es pintado completamente de blanco, con toldilla color ocre, fondo cobre con línea azul. La carrera que hará durante décadas será , zarpando desde el puerto de Zárate hasta Puerto Constanza y en la semana recorrido escolar para la escuela de la Botija. Sus compañeras de empresa serán , entre otras la Expreso Zeppelin, Entre Ríos (la de madera) Expreso Carapachay III .
Al tiempo de navegar en esa empresa, al resultar un poco antieconómicos los dos motores la lancha es reformada y equipada con sólo uno de esos motores, quedando entonces con el actual motor, un GM GRAY 6-71 de 225 hp y 6 cilindros y caja mecánica. En 1980 aproximadamente pasa a manos de Francisco Buiatti quién la trae, en mal estado al astillero Corrales para repararla. Francisco le dice a Corrales que la repare a nuevo , pero que no la reforme, ya que era casi gemela de su otra lancha, la Jilguero, también Parodi. Sale del astillero renovada, barnizada, con la toldilla color azul, fondo rojo y línea de flotación blanca (sus colores actuales) y es incorporada a la empresa «JILGUERO» para navegar en la carrera entre el Puerto de Tigre, los ríos Luján, Carapachay, cruce del Paraná, Canal de la Serna hasta el A° Durazno.
Desde ese momento el casco luce impecable, siempre bien mantenido y cuidado y casi en estado original. El interior fue con los años renovado, cambiando los viejos bancos de maderas barnizadas por butacas individuales. Es «La niña mimada» de la empresa. Gracias a Analía Gribaudo y a Pepe Carrara por los datos para realizar esta historia. TRABAJO DE INVESTIGACION: Fernando G. VIGNA